Skip to main content

Hoy contamos con la presencia de Joaquín Fidalgo, un apasionado enfermero heridólogo que ejerce en Zaragoza, y sobre todo, ¡¡ alguien que pone firmes a las heridas!!

 

Hola Joaquín, ¿Cómo quieres que te presentemos?

Soy Joaquín Fidalgo Pernía, un enfermero al que le apasiona la milicia y disfruta restituyendo la calidad de vida de los pacientes que padecen heridas.

 

Explícanos brevemente tu trayectoria profesional hasta día de hoy.

Cuando terminé de estudiar enfermería allá por 1988, me puse a trabajar, como hemos hecho todos, en diferentes áreas como son la atención primaria o la hospitalización en servicios como traumatología, neuroglia, pediatría y cirugía en hospitales de Zamora, Madrid y Palma de Mallorca.

Hice la “mili”, la cual me permitió descubrir el mundo de la Sanidad Militar. En ese momento decidí presentarme a la oposición nacional para ingresar en el cuerpo de sanidad militar del Ministerio de Defensa.  Después de aprobar la oposición y superar el año de formación militar, pasé a formar parte de las Fuerzas Armadas y tuve varios destinos por toda España, como casi todos los militares.

Mi trayectoria profesional me llevo a fórmame y trabajar en el mundo del buceo militar. En 2008 llegue al Hospital General de la Defensa de Zaragoza y pase a formar parte del servicio de Medicina Subacuática e Hiperbárica de dicho hospital. Allí comencé a relacionarme con las heridas que no se curaban, era una de las patologías que tratábamos, y desde entonces no he dejado de trabajar en este campo. A lo tonto ya llevo 36 años trabajando como enfermero.

Y me preguntareis: ¿Qué hace un enfermero en la Fuerzas Armadas?

Pues básicamente lo mismo que hacéis vosotros en vuestros puestos de trabajo habituales:

  • Tenemos una función asistencial en las unidades, centros y buques en los que estamos destinados, realizando atención primaria, con funciones preventivas, atención a las urgencias y otros cometidos de la enfermería del trabajo.
  • Tenemos una función hospitalaria en los dos hospitales que tenemos. Trabajando sobre todo en los servicios quirúrgicos, unidades de cuidados intensivos, urgencias hospitalarias, servicios especiales como la medicina subacuática e hiperbárica, o unidad de infecciosos del hospital Gómez Ulla o la unidad de hemoterapia de las FAs.
  • Funciones de gestión a todos los niveles, docentes en academias y formación continuada, investigadoras y administrativas.
  • Y una función diferente, que es la logístico-operativa que es la que se realiza dando cobertura sanitaria en los ejercicios de los diferentes ejércitos; y cuando desplegamos en las misiones internacionales a todos los niveles. En estos despliegues es donde nos hemos enfrentado y aprendido sobre las heridas que se producen en las guerras.
  • Para ello hemos desarrollado dos especialidades del real decreto de especialidades de enfermería: Enfermería Medico-Quirúrgica en Operaciones y Enfermería de Urgencias e Emergencias en Operaciones, que se obtienen por el método EIR de formación.

“Todas las heridas se curan, solo hay que saber hacerlo, solo un número muy pequeño que acaban con el fallecimiento del paciente, no son curables.”

 

¿Nos puedes presentar el centro en el qué trabajas?

Es un hospital del Ministerio de Defensa, el Hospital General de la Defensa de Zaragoza, una institución que proporciona atención médica a la comunidad militar y civil en Zaragoza. En la actualidad esta conveniado con el Salud-Aragón y atendemos a una población de  80.000 personas  de la zona que nos han encomendado, por lo que atendemos población militar y población civil. Es un hospital medio con muchas especialidades, capacidad quirúrgica, cuidados intensivos y rehabilitación, y con una alta eficiencia y excelencia en su atención al ciudadano. Además, el hospital puede desempeñar un papel importante en situaciones de emergencia y crisis, brindando atención médica a soldados heridos en combate, o ponerse a disposición de la autoridad sanitaria civil en situaciones excepcionales  como la que se vivió con la reciente pandemia de COVID-19.

 

¿Nos puedes explicar tu día a día en relación a la integridad cutánea? ¿Qué te encuentras? ¿Ha habido cambios o evolución a lo largo de los años?

Mi día a día lo reparto entre los pacientes con heridas y los datos de la estadística y codificación hospitalaria de mi hospital, ¡¡Jajajajaja!!. Parece incongruente, pero tiene su punto de relación.

La tipología de las heridas que nos encontramos es muy variada. Las que te puedes encontrar en un hospital normal: lesiones relacionadas con la hospitalización (ya tengo a Paco Pedro desarrollando un nuevo marco conceptual), las relacionadas con los procesos quirúrgicos como las dehiscencias tanto traumatológicas como de cirugía general, las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia (LCRD) remitidas por muchos centros socio-sanitarios que tenemos en nuestra área de salud, y las remitidas por los centros de salud que pueden ser de cualquier etiología.  Realizamos el seguimiento de los pacientes después del alta hospitalaria hasta la curación total con un seguimiento conjunto con los centros de atención primaria (AP) y sus referentes. También tenemos pacientes derivados por Atención Primaria que siguen circuito inverso.

Además, desde hace un tiempo, también atendemos a los heridos ucranianos con heridas de guerra que nos llegan desde dicho conflicto. Somos el centro de referencia nacional para ellos.

Sobre la evolución de la atención a los pacientes y con una perspectiva de los últimos 15 años hemos avanzado en materiales y sobre todo en aprendizaje y formación profesional a la hora de abordar las heridas.  Imagínate, ya no tenemos heridas crónicas sino heridas complejas o de difícil curación.

Este es un concepto que quiero lanzar desde aquí; todas las heridas se curan, solo hay que saber hacerlo, solo un número muy pequeño que acaban con el fallecimiento del paciente, no son curables. Cuando hablamos del término crónico, nos referimos a enfermedades que no tienen cura, solo tratamiento (diabetes mellitus, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, etc.) y  a las cuales nos estamos acostumbrando, cada vez más.  Como antes he mencionado todas las heridas  se pueden curar, solo hay que encontrar su etiología y por consiguiente su tratamiento. Lo que pasa, es que este puede alargarse muchos meses. Puedo lanzar esta idea, después de tratar a algún paciente con más de 12 años de evolución en sus heridas, y después de un año y algún mes, orgullosamente conseguir que el paciente pueda ir en pantalón corto sin ningún tipo de vendaje o apósito, cuando el paciente había perdido ese hábito….. Todos hemos oído, de pacientes de años de evolución de sus heridas, ¡hasta 20 años¡, y llega un compañero con los conocimientos y voluntad suficiente y consigue cerrar la herida del paciente.

Lo que sí es un atentado contra los derechos de los ciudadanos, es permitir que se prolonguen innecesariamente estos procesos por una inadecuada atención por parte de los profesionales sanitarios, más teniendo en cuenta de los conocimientos y los materiales de que disponemos hoy en día.

“Se deben implantar sistemas organizativos en la sanidad pública a nivel de atención primaria,  especializada y sociosanitaria basados en los profesionales de enfermería, para que puedan atender a estos pacientes con ulceras, desde la prevención al tratamiento, cuando sea necesario.”

 

Seguramente ahora, debido a la reciente pandemia de COVID, las necesidades prioridades del personal sanitario han variado, pero todo y así, ¿Cuál creéis que es la situación actual y global en España sobre Seguridad del Paciente y la integridad cutánea?

Sin lugar a dudas la pandemia de COVID-19 ha generado desafíos adicionales en el cuidado de la piel y la Seguridad del Paciente en España y en todo el mundo. El aumento en el uso de equipos de protección personal y la carga de trabajo adicional pueden aumentar el riesgo de lesiones cutáneas entre el personal sanitario y los pacientes. Es fundamental mantener una atención diligente a la integridad cutánea mientras se abordan las necesidades urgentes relacionadas con las situaciones de  pandemia, tanto la que recientemente sufrimos, como en otras que pueden venir.

Autocuidado, telemedicina y teleasistencia fueron las aplicaciones para tratar heridas entre compañeros, las cuales hoy en día, siguen perviviendo.

Creo que todavía debemos seguir avanzando en este campo de la seguridad de la integridad cutánea, la prevención, para conseguir niveles como los que tenemos en otros campos de la salud. Por eso cuando surgen iniciativas como son “prevencionulcerasyheridas.com”, y estas se llevan a la vida cotidiana debemos participar y aplicar dichas lecciones. También podemos poner el ejemplo del programa “Ulceras Fora” implantado por  el SERGAS  en toda Galicia, del cual debemos dar las gracias al trabajo de nuestro amigo Luis Arantón, y al apoyo de su comunidad autónoma en su implantación. Programas que se basan en la formación y conocimiento del profesional y del paciente de sus lesiones y la prevención de las misma: la integridad cutánea.

Se deben implantar sistemas organizativos en la sanidad pública a nivel de atención primaria,  especializada y sociosanitaria basados en los profesionales de enfermería, para que puedan atender a estos pacientes con ulceras, desde la prevención al tratamiento, cuando sea necesario. Par ello las instituciones públicas deben colaborar y promoverlos en su red sanitaria para beneficio del paciente y la sociedad.

 

 ¿Qué piensas del trabajo que se hace sobre la Seguridad del Paciente y la Prevención de eventos adversos relacionados con la integridad cutánea en la a nivel hospitalario? ¿Qué crees que se tendría que hacer o mejorar?

Creo que se deben introducir los conocimientos que tenemos en la seguridad y prevención de eventos adversos  e interiorizarlos en los cuidados de enfermería ya en el periodo de  formación del grado universitario de enfermería.  Se podría fortalecer la formación del personal sanitario en técnicas de cuidado de la piel, promover la adopción de protocolos estandarizados y fomentar una cultura de seguridad que priorice la prevención de lesiones cutáneas. Debemos invertir en materiales de prevención y el uso de tecnologías innovadoras para prevenir lesiones y complicaciones.

La calidad de vida del paciente es uno de los principales fines de nuestros cometidos. Los pacientes con heridas son pacientes con  largos y costosos  tratamientos y debemos adecuar lo mejor posible todos esos productos que nos proporciona la industria farmacéutica e individualizarlos  para resolver el caso singular de cada paciente.

Partiendo de la base de que no hay productos malos, nuestro deber es conocer cuál es el apropiado para el momento de esa herida en ese paciente. La prevención de la integridad cutánea esta muy relacionada con es uso adecuado de esos productos. No siempre el mas caro es el mejor para esa persona. Por eso puedo decir que una simple toallita de higiene personal adecuada puede prevenir multitud de lesiones iatrogénicas en un hospital.

 

¿Crees que se investiga lo suficiente en Seguridad del paciente e Integridad Cutánea?

En proporción con otros campos no. Lo vemos cada día en los congresos y publicaciones. Cada vez tenemos más experiencia en la curación de las heridas de los pacientes, prueba de ello es la casuística que llevamos a los congresos y jornadas. Pero aún nos faltan más publicaciones científicas con toda la experiencia que estamos adquiriendo en nuestro trabajo diario y de esta manera generar evidencia que sustente los necesarios cambios.

Yo sigo estudiando (en estos momentos el master del deterioro de la integridad cutánea, úlceras, heridas y ostomías del maestro Federico Palomar) para poder seguir desarrollándome técnicamente y sobre todo en el campo científico, y de esta manera poder plasmar la experiencia que llevo adquiriendo en mi trabajo diario y poder dar una respuesta adecuada a mis pacientes.

A través de la investigación, podemos mejorar nuestra comprensión de las mejores prácticas en el cuidado de la piel y desarrollar nuevas estrategias para prevenir lesiones y promover la curación.

Siempre hay espacio para más investigación en este campo. Se necesitan estudios adicionales para comprender mejor los factores de riesgo, las mejores prácticas de prevención y los tratamientos más efectivos para las lesiones cutáneas. La investigación continua es fundamental para avanzar en este campo y mejorar los resultados para los pacientes.

 

¿Con tu experiencia y la realidad que vives cada día, como ves el tema de la dotación de material de prevención en la atención hospitalaria?

Dentro de las inversiones que se hacen a nivel hospitalario, y te lo digo como conocedor del tema, desde dentro, en comparación con otros materiales y aparataje, sobre todo de diagnóstico y tratamiento la dotación de material de prevención es generalmente de las de  menor cuantía. Aunque te puedo decir con orgullo  que en mi centro estamos  bien dotados de Superficies especiales para el manejo de la presión (SEMP) y que contamos con unas rutinas afianzadas en los cambios posturales y el cuidado de la piel de los pacientes encamados que nos da gran nivel de prevención.

Por otro lado, la limitación en productos de aseo y cuidado de la piel  del paciente es palpable en casi todos los hospitales, no utilizándose en muchos casos productos específicos de aseo integral con jabones neutros y cremas adecuadas de protección. Se sigue utilizando demasiada esponja jabonosa o con clorhexidina. La gama de ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) está limitada a algunos de ellos, no pudiéndose adecuar al paciente concreto, siendo un producto de demostrada efectividad en la que sus beneficios siempre están muy por encima de sus costes.

Es importante abogar por una dotación adecuada de materiales y recursos para garantizar la atención óptima del paciente, así como de mantenerse actualizado en los avances tecnológicos para el cuidado de la piel.

 

¿Crees que la prevención que se hace (o debería hacer) en los otros dos niveles asistenciales (APS y sociosanitaria) tiene consecuencias en los otros niveles?

Por supuesto, sobre todo a nivel sociosanitario. Si hiciéramos un estudio de los pacientes que llegan a urgencias hospitalarias y que ingresamos por casusas de LCRD y su origen, veríamos que proviene, en un gran porcentaje de este tipo de centros.

Definitivamente, la prevención de lesiones cutáneas y la promoción de la integridad cutánea en todos los niveles asistenciales están interconectadas. Las intervenciones preventivas en atención primaria y atención sociosanitaria pueden ayudar a identificar y abordar problemas de piel en etapas tempranas, lo que puede reducir la necesidad de atención hospitalaria y mejorar los resultados a largo plazo para los pacientes

Se podría considerar la implementación de sistemas de vigilancia y monitorización de lesiones cutáneas, así como la promoción de una cultura de seguridad que priorice la prevención y la comunicación abierta entre los miembros del equipo de atención primaria son un elemento fundamental para modificar esta situación.

Además, la educación continua del personal sanitario y el desarrollo de herramientas y recursos educativos para pacientes también pueden contribuir significativamente a mejorar los resultados en términos de integridad cutánea y seguridad del paciente.

Utilizar estrategias como la educación del paciente y sus cuidadores,  evaluación del riesgo utilizando herramientas de cribado validada,  abordaje  y control adecuados de  las comorbilidades como la diabetes, la insuficiencia vascular, la enfermedad renal y las condiciones que afectan la movilidad y la sensibilidad, la   promoción de los cuidados adecuados de la piel en todos los pacientes, incluyendo el uso de emolientes para mantener la piel hidratada, evitar la exposición a irritantes y traumatismos por adhesivos o por pequeños traumatismos (desgarros cutáneos);  promover la limpieza regular de la piel y el secado adecuado; efectuar intervenciones preventivas específicas como el uso de dispositivos de alivio de presión, el vendaje compresivo para pacientes con insuficiencia venosa, y la terapia con oxígeno hiperbárico en casos seleccionados así, como  el seguimiento regular de los pacientes con riesgo de desarrollar úlceras y heridas.

Es importante que estas estrategias se integren dentro de un enfoque multidisciplinario y coordinado que involucre a profesionales de la salud de diferentes especialidades y a los propios pacientes y cuidadores.

 

¿Cómo ves como profesional la web de prevencionulcerasyheridas.com? ¿Cuál es tu opinión sobre este recurso?

La veo y utilizo como una herramienta en mi trabajo, lo cual indirectamente es de gran beneficio para mis pacientes. Mi opinión es de un diez para este tipo de iniciativas. Sobre todo, por el nivel tan alto en los conocimientos e información técnica que se muestra en ella.

Considero que la web de prevencionulcerasyheridas.com es una valiosa fuente de información sobre la prevención y el tratamiento de úlceras y heridas.

La plataforma proporciona información actualizada y basada en evidencia, lo que la convierte en un recurso confiable para sus usuarios.  Ofrece recursos útiles, posts con tema de debate, artículos informativos, evidencia, guías de práctica clínica y herramientas de educación para profesionales de la salud. Además, proporciona un espacio para la colaboración y el intercambio de conocimientos entre expertos en el campo de la integridad cutánea. En general, creo que es un recurso muy útil para aquellos interesados en mejorar la atención a pacientes con problemas de piel.

 

Joaquín, ¿Crees que la enfermería,  tiene, en la legislación español,  las herramientas necesarias y la autonomía profesional necesaria para poder prestar una adecuada atención a los pacientes con heridas?

Las guías para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las/los enfermeras/os, son las herramientas de las que nos tenemos que valer para conseguir nuestra autonomía tan necesaria en la práctica avanzada de la enfermería.  Hoy día tenemos 8 guías, de las cuales podemos aprovechar muchos productos para su uso en las heridas: desde los antibióticos y corticoides tópicos y desbridantes de las guías de las heridas y quemaduras, pasando por insulinas de la diabetes, anestésicos locales en la del mismo nombre, analgésicos/antiinflamatorios de la fiebre, antimicóticos en las ostomías e incluso en la última guía sobre deshabituación tabáquica tan importante para una buena cicatrización. También contamos con el recientemente publicado documento sobre el Marco de actuación enfermera en el ámbito de los cuidados avanzados a personas con lesiones cutáneas elaborardo por el Instituto de Investigación en Enfermería del Consejo General de Enfermería de España y el GNEAUPP,    así como los documentos técnicos y de posicionamiento del GNEAUPP y de la European Wound Management Association (EWMA).

 

¡¡Muchas gracias Joaquín!!

Joan Enric Torra i Bou

 

Enviar respuesta