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Guste o no guste, y, se quiera o no se quiera ver, el futuro de la atención de salud, los cuidados de enfermería, y por ende, la Seguridad del Paciente, se enfrenta en España y en los países de nuestro entorno  a muy importantes retos y amenazas, entre ellas, la falta de profesionales cualificados.

Hace escasos quince días, y con motivo de  la Jornada Mundial de la Enfermería 2024 nos hemos referido a este problema crónico caracterizado por la falta estructural de enfermeras en España, con uno de los ratios enfermera/habitante más bajos de Europa, de las escasas expectativas laborales y profesionales de las enfermeras en España,  del porqué se produce el abandono de la profesión y de porqué muchos de nuestros jóvenes colegas emigran a otras latitudes en las que se sienten más bien valorados y pagados

A ello hay que añadirle que en un período corto de tiempo vamos a asistir a la jubilación de una gran cantidad de enfermeras, a la falta de otros profesionales de la salud, lo que en no pocos casos lleva  a la obligada asunción por parte de enfermería de responsabilidades que no nos corresponden, y para las que no estamos preparadas, y todo ello en un entorno de progresivo envejecimiento de la población y de incremento de la dependencia. ¡¡El escenario para una tormenta perfecta!!

Un futuro muy poco halagüeño, para el que los cortoplacistas de toda índole y de los que  improvisan y hacen chapuzas  en vez de planificar a medio y largo plazo, y que temerariamente  juegan sus cartas a la única opción de formar a nuevos profesionales, muchas veces sin garantizar al 100% una formación óptima, tanto en la vertiente teórica, como en la práctica, impartida con demasiada frecuencia por docentes totalmente alejados de la realidad clínica y en entornos de prácticas saturados y con el personal totalmente desmotivado y desconectado de la Universidad.  De ello, el alejamiento de la docencia de la enfermería de la realidad asistencial y clínica hablaremos en algún próximo post, pero permítanme, y centrándome en la Integridad Cutánea y la Seguridad del Paciente  citar un demoledor  ejemplo, salvo muy , pero que muy honrosas excepciones, en España, y tal como lleva sucediendo desde hace muchísimos años,  las enfermeras recién egresadas acaban su formación universitaria sin que les asegure unas mínimas competencias para poder prestar cuidados preventivos y curativos de una mínima calidad y eficacia ante un problema de salud, las heridas y las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia, de alta prevalencia y transversalidad en los tres niveles asistenciales, la atención primaria, la atención hospitalaria y la atención sociosanitaria, y al que de bien seguro la mayoría se van a enfrentar en su primer día de trabajo.

¡Es inconcebible que a estas alturas no exista en las Facultades de Enfermería una asignatura transversal centrada en la atención integral a las personas con, o en riesgo de padecer, heridas, una dimensión inherente a los cuidados de enfermería!

Ahora bien, la de por si solo parcial carta de confiar la solución de la falta de enfermeras solo en formar a nuevas enfermeras está en peligro, ¡¡en un serio peligro!!

Me explico, y a evidencias me remito,  de acuerdo con el resumen de las  principales conclusiones de un informe de la Organización para la Cooperación y le Desarrollo Económico (OCDE)  titulado “Fewer Young people want to become nurses in half of OECD countries”  (“Menos personas jóvenes quieren llegar a ser enfermeras en la mitad de los países de la OCDE”)  publicado en Mayo de 2024 y que  recoge y analiza información del último estudio PISA (Programme for International Student Assessment), y reproduzco integramente sus afirmaciones:

“El interés de los estudiantes de 15 años por seguir la carrera de enfermería ha disminuido en al menos la mitad de los países de la OCDE entre 2018 y 2022, según los últimos datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA). De media en los países de la OCDE, la proporción de jóvenes que esperan trabajar como enfermeros cayó del 2,3% en 2018 al 2,1% en 2022. Esta reducción es especialmente marcada en Estados Unidos y Canadá, algunos países nórdicos (Noruega y Dinamarca), Irlanda, Reino Unido y Suiza.”

Tomado de:Fewer Young people want to become nurses in half of OECD countries”

“En muchos países, la imagen pública y la percepción de las enfermeras durante la pandemia fueron dispares: Por un lado, los trabajadores sanitarios de primera línea han sido retratados como “héroes” durante las primeras partes de la pandemia en reconocimiento del duro trabajo y los riesgos, pero por otro lado la pesada la carga de trabajo, las difíciles condiciones laborales y los bajos salarios provocaron una gran insatisfacción laboral y la intención de abandonar la profesión.”

Una de las principales razones del escaso interés por la profesión de enfermero es que atrae sobre todo a las chicas. Los resultados de PISA 2022 muestran que más del 90% de los estudiantes de 15 años que esperan trabajar como enfermeros son chicas en la mayoría de los países. Un reto constante en todos los países es abordar el estereotipo persistente que considera la enfermería como una profesión adecuada principalmente para las mujeres, por lo que hay que esforzarse más para atraer a estudiantes masculinos. Para hacer frente a este prejuicio habría que esforzarse por cambiar la percepción de los roles tradicionales de género y mejorar la orientación profesional “.

Tomado de:Fewer Young people want to become nurses in half of OECD countries”  

 

En dicho estudio la realidad española no es de las peores, ya que el número de jóvenes que quieren estudiar enfermería y el porcentaje de chicos que quieren estudiar enfermería son ligeramente superiores a la media de los países de la OCDE, pero de todas maneras no hay que caer en falsos triunfalismos y un cauto análisis de la realidad es concordante con el dicho:

“Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar…”

 

De acuerdo con la OCDE, revertir la falta de interés por parte de los jóvenes hacía los estudios de enfermería implica tomar decisiones como hacer más atractivos los estudios de enfermería y eliminar barreras de género, y  a la par, hacer más atractivo el trabajo de los futuros profesionales en el Sistema de Salud.

No plantearse en serio el importante problema de la falta de atractivo de la carrera de enfermería por parte de nuestros jóvenes implica muy importantes riesgos:

  • No poder contar con las enfermeras necesarias  para adecuar los ratios de enfermería a las necesidades de la población (asignatura pendiente en nuestro país).
  • No poder contar con las enfermeras necesarias para el recambio generacional (amenaza a corto plazo en nuestro país).
  • En el caso de países como España, cubrir la falta de enfermeras con enfermeras de otros países, y a la vez no cuidar a las enfermeras autóctonas y fomentar su emigración a otros países con mayores salarios y/o reconocimiento profesional plantea también  importantes dilemas:
    • ¿Quién nos va a cuidar a corto/medio plazo?
    • ¿Se podrá garantizar que el Sistema de Salud cubre las necesidades de la población?
    • ¿Podremos hablar de un sistema de salud seguro?
    • ¿Es ético desperdiciar los importantes recursos públicos que nuestro país invierte en la formación universitaria de enfermeras para que luego tengan que emigrar?
    • ¿Es ético (y consecuente) formar a residentes de enfermería -con el esfuerzo que supone a los interesados – para luego no convocar plazas de enfermeras especialistas?

Sin olvidar lo que en palabras de la OCDE es un importante cuestionamiento ético:

“Si los países de la OCDE no son capaces de atraer a un número suficiente de jóvenes talentosos y motivados hacia la enfermería, es posible que tengan que recurrir cada vez más a la contratación internacional para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, ello  puede agravar la escasez de enfermeras en los países de origen. Para evitarlo, será necesaria una una gestión justa y ética de la contratación internacional de enfermeras.”

Además, la capacidad de algunos de algunos de los principales países proveedores de enfermeras a los países de la OCDE, como la India y Filipinas, no es ilimitada. A medida que estos países siguen creciendo económicamente e incrementan su gasto sanitario, su demanda de enfermeras y otros profesionales sanitarios en sus respectivos países se incrementará, lo que reducirá su capacidad de compensar el déficit de otros países.”

Y luego algunos se llenan la boca de buenas palabras y gestos  en relación a la Enfermería y en relación   al cuidado de la Integridad Cutánea y de Seguridad del Paciente.

Parafraseando a James Carville en su célebre frase   ! Es la economía estúpido!

además de la economía,¡ la Seguridad del Paciente es imposible  sin  contar con una adecuada cantidad de profesionales bien retribuidos, gestionados y reconocidos por parte del Sistema de Salud y de la Sociedad estúpido (s)!

 

Joan Enric Torra i Bou

 

 

Un Comentario

  • Juana Jiménez Sánchez dice:

    Gracias Joan por compartir esta publicación que nos reta nuevamente a replantear que nos ha faltado para tener mayor participación en la toma de decisiones, porque mientras no se invierta en la educación, salarios y mejores condiciones laborales, el problema seguirá creciendo en su importancia. La “ECONOMÍA” es la base para hacer posible esos cambios.
    Saludos

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