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A veces nos cruzamos en la vida con personas con quienes entablamos un contacto, y que luego, circunstancias de la vida, éste  se pierde. Pero siempre queda una chispa, y luego, en no pocas ocasiones nos las vamos encontrando, ya que quienes nos dedicamos a cuidar a personas con heridas tenemos la gran suerte de tener espacios que permiten encontrarnos. ¡¡Que gran privilegio!!

En este “caso clínico” de Heridolog@s con alma tenemos el privilegio de contar con Amparo Galindo, responsable de la Unidad de Heridas del Hospital Infanta Leonor, centro  ubicado en Vallecas , un barrio humilde de Madrid. Amparo también es  secretaria de la Sociedad Española de Heridas (SEHER).

Amparo  es una enfermera precoz, ya que de muy pequeña, cuando tenía seis años decidió que quería ser enfermera, y su deseo se cumplió, se convirtió en  enfermera. A pesar de su precocidad, y aunque los años pasan, Amparo  es hoy en día una gran enfermera y sigue conservando en parte el espíritu de la niña que fue, ser inconformista, comprometerse y ¡¡decir las verdades¡¡

 

Amparo, Háblanos un poco de ti….

Pues nada, ahí vamos…

Mi nombre es Amparo Galindo, soy enfermera de vocación hasta la médula desde los 6 años, y ¿porque? Pues por que cuando tenía esa corta edad ingresé en un hospital de Madrid muy malita y  durante aquel largo ingreso me enamoré de esta profesión; las enfermeras que entonces me cuidaron me enseñaron todo lo que no aprendí durante mis años de formación “formal”, valga la redundancia. Porque el cerebro de una niña es mágico, nadie sabemos todo lo que somos  capaces de procesar y lo que nos impacta en esa corta edad, pero algo sucedió, yo siempre lo llamo un “click”.

Ahora, con 31 años de experiencia, y no a las espaldas, porque ha sido un gran placer andar por este camino profesional que me ha aportado mucha felicidad a mi vida, me encanta esta oportunidad de pararme y mirar hacia atrás.

Inicié mi andadura profesional en el mismo hospital dónde ingresé de pequeña, en una Unidad de Crónicos, cuidando a pacientes nefrológicos. Allí tuve mi primer contacto con pacientes con  tremendas heridas que en algunas ocasiones acababan con la pérdida de miembros. Como anécdota de aquellos primeros años… el médico me dijo que había que rellenar un parte de defunción, tal fue mi sorpresa que me desmayé (si porque las enfermeras también nos desmayamos), pensé que el paciente había fallecido…pero no… ¡¡había fallecido el miembro!!. Pensé, cuando fallece un miembro fallecen muchas cosas con él, así que está muy justificado el parte.

Por aquellos entonces estábamos en época de vacas gordas y hacían falta muchas enfermeras, así fue como conecté con la Atención Primaria recién creada,  allá por los años 90. Y allí fue como conecté con mi Jedi del mundo de las heridas y el responsable de que a día de hoy continúe enamorada de los pacientes con heridas difíciles….

En un mundo lleno de carteras de servicio, protocolos, programas,  estadísticas…todo nuevo para mí, apareció mi primer Congreso del Grupo Nacional de Ulceras por presión (GNEUPP) ahora evolucionado a GNEAUPP en una pequeña pero encantadora ciudad…Logroño, estábamos en el año 1996.

Allí te conocí Joan Enric. No quieras saber lo que pensé en aquel primer contacto (y tuve otro click cerebral). Y de ahí 17 años en Atención Primaria, enamorada y emocionada hasta que llegó algo que no pensé que jamás me sucediera….la desilusión de asistir a un mundo que agonizaba …así que debía irme de allí.

Siempre he trabajado en la Sanidad Pública porque creo en ella y en igualdad de oportunidades para los pacientes. Así que a estudiar se ha dicho, y me presenté a todas las oposiciones que caían en mi mano. Hasta qué sonó la flauta , ¡¡que no fue fácil!!, y decidí que mi vida estaba en otro sitio, ¡¡Dónde siempre quise estar!!,  en el Hospital.

 

¿Qué relación tienes con el mundo del cuidado de las personas con heridas?

En estos momentos, y me considero muy afortunada, tengo dedicación absoluta con este mundo ya que lidero una consulta de heridas crónicas y complejas en un pequeño hospital del Sureste de Madrid.

 

¿Cómo entraste en  el mundo del cuidado de las heridas?

Entré casi sin darme cuenta, las heridas me llamaron a mí. Como te he comentado antes el click sucedió en el transcurso de  este 1°Congreso del GNEAUPP, hace casi treinta años.

 

¿Cómo has visto y sentido la evolución del mundo del cuidado de las personas con heridas en tu trayectoria profesional?

Cuando entré en este mundo las úlceras por presión eran de y para las enfermeras exclusivamente. Otras heridas como las de la pierna para las enfermeras y los cirujanos vasculares…y las de pie diabético un saco perdido en un limbo.

Ahora  por fortuna es otra historia, las heridas son de quién las quiere y las ama y con mucha variabilidad por centros y lugares. Si el paciente tiene la suerte de dar con un loco de las “pupas”, pues genial, si tiene la suerte de tener una Unidad de pie diabético que le atienda es “el Rey” y sino, están jodidos (disculpa la expresión), pero así es.

Desde mi consulta y como experta en heridas vivo está variabilidad a diario, los estudios pregrado con una  escasa o nula formación en heridas, los que se traduce en profesionales poco o nada formados, así como en profesionales muy interesados o nada interesados en el cuidado de las heridas… y los pacientes desprotegidos en este campo. A la suerte de quién les toque para ser atendido, de que llamen a la puerta correcta o a la equivocada… una absoluta lotería, en algunos casos macabra y nada ética lotería…

Siendo que ahora estamos asistiendo a grandes cambios con la suerte de contar con muchas disciplinas enfocadas al cuidado de las heridas, aún nos queda mucho recorrido.

No se trata de que el paciente caiga en el lugar… y en el momento adecuado… se trata de que necesitamos una implicación gubernamental para que estemos hablando de Unidades de Heridas cómo hablamos de servicios de Cardiología. Que estemos en las Carteras de Servicio….y que las unidades heridas complejas o que las unidades de pie diabético estén presentes en las Carteras de Servicio del Sistema Nacional de Salud, financiadas como un Servicio más.

Porque las consecuencias de que nuestros pacientes no sean atendidos por profesionales formados son muy…muy graves…desde amputaciones hasta la pérdida de la propia vida del paciente con heridas. Y no sigo más por aquí porque me “enciendo”

Por lo tanto, SI,  hemos evolucionado mucho pero aún  nos queda mucho recorrido, y a los que ya peinamos canas, mucho trabajo para dejar directrices claras de hacía dónde debemos dirigirnos para llegar a mejores puertos, y sobre todo, consolidar el trabajo que se está haciendo y que éste forme parte del ADN de las instituciones, porque los proyectos personales muchas veces acaban cuando desaparecen las personas que los iniciaron.

 

¿Cuál crees que es tu contribución o logro más importante en el mundo del cuidado de las personas con heridas?

Casi que te he ido contestando por adelantado. Mi contribución a pequeña escala en mi lugar de trabajo fue demostrar que necesitábamos una Unidad de Heridas en nuestro Hospital, justificarla y proyectarla… y esperar 7 años a que se tradujera en una realidad que a día de hoy lleva 6 años funcionando.

Cómo esto tardó demasiado, durante este tiempo conseguí que me  permitiesen impartir docencia entre los profesionales (el hospital nació hace 15 años) ya que eran muy necesarias tanto la formación  como la  unificación de criterios.

Hoy me siento  muy orgullosa de que nuestra  Unidad  a día de hoy sea un lugar referente de formación de alumnos de enfermería y de EIRs  de enfermería familiar y comunitaria y de todo aquél profesional sanitario que lo pida aunque no pertenezca a nuestro Hospital, ya sea intracomunitario como extracomunitarios, que pueden venir,  formarse conmigo junto con otros compañeros muy implicados en este mundo de diferentes especialidades , participar también en los cursos que se ofertan semestralmente y los talleres prácticos que se implementan después de cada curso. Y esto me lleva a otro tema, la concienciación acerca de la importancia del abordaje en equipo de las personas con o en riesgo de padecer heridas.

 

¿Cuál es la experiencia con un paciente que más te ha impactado o que quieras compartir?

Nuestra consulta atiende entre otros a poblaciones muy desfavorecidas, pero sobre todo a pacientes excluidos (sin techo, adictos…), muchas veces con heridas tremendas. Cómo que muchos de ellos no tienen recursos, ni techo… ni nada, agradecen el más mínimo gesto que hagas con ellos. Para algunos profesionales son “el paciente incómodo”, ese que a veces y me duele decir esto, nos quitamos de encima a veces a golpe de maltratarlo o de tratarlo con el asterisco del estigma social que lleva asociada la adicción y la situación de vivir en la calle (quienes somos nosotros mortales para juzgar esto? No somos nadie.

Y cómo sea que yo no puedo con estas actitudes, son mis pacientes igual que el resto, os voy a contar una anécdota,  uno de ellos entre muchos me regaló lo más bonito que tenía. Llevaba una guitarra, tocaba en el metro y cada día cuando venía a curarse me regalaba auténticos conciertos a guitarra que hacían de las curas y del momento un espacio inolvidable, dónde nadie juzgaba a nadie, ni a él ni a mí. A día de hoy está rehabilitado de su adicción, sus heridas curadas y no somos el paciente y la enfermera, somos Tito (con su consentimiento) y Amparo. Periódicamente me envía entradas para acudir a sus conciertos y es contratado cada año para cubrir los actos de cumpleaños de nuestro hospital. Así que ¿quienes éramos Tito y Amparo?, pues eramos y somos sencillamente personas que se necesitan  y se encuentran en un momento de sus Vidas.

 

¿Hay alguna otra anécdota en relación al cuidado de personas con heridas que te gustaría contarnos?

 ¡¡Que peligro preguntarme sobre anécdotas amigo!! Recuerdo, entre muchas, el caso de un paciente de etnia gitana muy agradecido que tiene un puesto de flores. Pues nada,  un día al poco de darle el alta de su herida de pie diabético después de 4 meses de tratamiento convirtió mi consulta en un verdadero puesto de flores. Una anécdota inolvidable por todo el cariño y el agradecimiento que dejó. Y un aroma que duró días….

 

¿Cuál crees que es el reto más importante que tenemos hoy en día en el cuidado de las personas con heridas?

 Volveré a la carga, formación, formación y más formación. Para abrir más y más consultas de heridas y que estas perduren con el tiempo. Entender que debemos caminar con trabajo multidisciplinar. Y se me olvidaba …. FORMACIÓN

 

¿Cuál es tu asignatura pendiente en relación con el cuidado de personas con heridas?

No una asignatura pendiente, varias… Convertir mi consulta en una unidad multidisciplinar e integral como una Unidad de Pie diabético, seguir estudiando, seguir formándome y no dejar nunca de ser generosa en la divulgación del conocimiento. Aunque muchas de estas cosas sean una realidad en el presente han de seguir siendo asignaturas pendientes para mañana y pasado y para todo mi futuro profesional.

 

¿Cómo ves hoy en día la Seguridad del Paciente relacionada con la integridad cutánea?

 Muy pobre porque vuelvo a la carga, falta mucha formación y el tratamiento no comienza con la cura de la herida sino con la prevención de la misma. No somos conscientes aún de que los gastos en prevención son una inversión futura. Muchas veces nos quedamos en la herida. Y si no hay herida ¿qué? Tenemos una pirámide poblacional que es una campana repleta de ancianidad…. ahí debemos poner el ojo. Los mayores, la piel de nuestros mayores, el anciano frágil, la cronicidad, la dependencia…….

 

¿Qué le recomendarías a un futuro profesional de tu disciplina que se esté iniciando o formando en relación con el cuidado de personas con heridas?

Que sea un inconformista y que se ponga en la piel de sus pacientes, que se forme, que acuda a todos los foros que su bolsillo le permita, que busque foros de expertos, que rote por Unidades de Heridas, que se implique, que se equivoque, que busque y compare, que mire con ojo crítico, todos los días aprendemos cosas nuevas, la sed de conocimiento es el secreto para seguir formándonos.

Este es un mundo precioso, a medias de descubrir. Que investigue y publique…primero cosas sencillas después más complejas,  las primeras tablas que pone el carpintero no están perfectas pero aguantan y que revise bibliografía…que se empape cada día de conocimiento.

Lo primero que le preguntaría a cualquier profesional es si le gustan las personas y el cuidado de ellas. Después si le gustan las heridas y los retos en las heridas, si es de los que se rinden pronto o luchan hasta el final, si está dispuesto a darlo todo por el paciente con heridas, y si se siente que es capaz de mirar más allá de “ la pupa”…

 

¿Te gustaría explicarnos algo más de tu vivencia con el cuidado de personas con heridas  o sencillamente algo más que quieras compartir? 

Me siento afortunada y a día de hoy puedo decir qué ahí sigo disfrutando cada día. Cada nueva herida supone un nuevo reto para mí y mis alumnos. Qué disfruto de la docencia de lo que aporto y mucho de lo que me aportan a mí, que me dejó contagiar de su sed de conocimiento….esto último es lo que más impulso me da cada día. Que mi objetivo es y sigue siendo enamorar de la heridas a todos los que rotan por mi consulta. Que el tiempo que pasan en ella es a todas luces muy insuficiente y así lo manifiestan ellos….que me dicen que se van “con la miel en los labios”

 

¿Qué piensas acerca del proyecto “Heridólog@s con alma”?

 Me ha impactado este proyecto porque habla de humanización, algo de lo que adolece mucho el nuevo mundo en el que vivimos. Porque abre nuevos horizontes que van más allá de la investigación “al uso”  y porque pone en valor el mundo de las emociones que en este Mundo en que vivimos pareciera que no tienen cabida, y que como bien dices… todo suma y hay cosas que no son mensurables, pero si objetivables sus resultados.

Si hablamos de cáncer hablamos de emociones, eso lo tenemos más integrado… nuestras emociones liberan neurotransmisores a nivel cerebral que contribuyen en muchos procesos químicos y biológicos de nuestras Vidas, también en nuestros pacientes con heridas como no podía ser de otra manera. Y quien nos dice que no sumen más las emociones que los antimicrobianos o los maravillosos apósitos.

 

Aunque lo has mencionado antes de forma breve, puedes explicarnos ¿cómo y cuando conociste a Joan Enric?

A Joan Enric lo conocí en Logroño (ya te lo he dicho antes)… entonces tú ya tenías un nombre, un caché…. No creo que recuerdes cómo tú me conociste a mí..

(Me vais a permitir mi aportación, por alusiones… Amparo, sii que me acuerdo, estábamos inmersos en un mundo nuevo para nosotros, empezar a investigar en heridas junto a nuestro amigo Germán… y como siempre digo, las heridas pueden en algunos casos ser horrorosas, pero en su cuidado muchas veces descubrimos a personas maravillosas que dan lo mejor de si para cuidar a quienes las sufren…)

Yo por aquel entonces me asomaba tímidamente a este mundo y con Sumial en el cuerpo di mi primera comunicación, expuesta a los medios y encima con una lección inaugural dada por un profe mío de la Escuela de Enfermería dónde acababa de finalizar mis estudios apenas un par de años atrás. Mi exposición de apenas 10minutos en los que lo pasé fatal, al menos los primeros 5 minutos acabó con un subidón (que debe ser algo similar al que tienen los consumidores de drogas)… la adrenalina que me provocó la situación ayudó a seguir y repetir. Ese “loco enamorado” tú también me contagiaste (menos porque nos veíamos poco) pero la distancia no nos ha separado, porque aquí seguimos, antes una desconocida para ti, ahora tú para mí más que un amigo un familiar. Un abrazo grande…te quiero, adoro tu pasión y creo en tu proyecto. Enhorabuena por lo que vas (vamos)  a traer detrás de todo esto. Tú sabrás “VIEJO LOCO”

 

Finalmente… y como que afortunadamente no todo son personas con heridas en la vida….., ¿te gustaría compartir alguna información adicional a continuación? Algo que muy pocos sepan de tus otras vidas aparte de cuidar a pacientes con heridas.

 Mi otra pasión es la Psicología, comencé los estudios pero nunca los terminé. El mundo está falto de emociones y yo estoy en ello ahora en este momento de mi Vida…nunca es tarde

 

Recomiéndanos una canción/música.

C Tangana el vídeo de Ateo, me vuelve loca, tanta sensualidad en una canción y en un video, lo prohibido, lo criticado, lo humano y lo divino.

 

Recomiéndanos un libro.

Un hijo de Alejandro Palomas. No diré nada, leedlo

 

Recomiéndanos un lugar especial.

El faro de Suances en Cantabria, el faro de mi Vida

  

¡Muchísimas gracias Amparo¡¡

 

 

 

 

Un Comentario

  • MARYSOL ELENA LEÒN LARICO dice:

    Muchas gracias por compartir esta maravillosa entrevista, definitivamente la pasiòn en nuestra labor se refleja en la atenciòn dada a nuestros pacientes.

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