Proyecto Heridolog@s con Alma.
Una contribución a la ciencia y el arte de la prevención y tratamiento de las alteraciones en la integridad cutánea
Permítanme que comparta con ustedes un proyecto que hace mucho tiempo que rondaba por mi cabeza y que empieza a cumplirse.
Hace algo más de 40 años que acabé mis estudios universitarios de enfermería y me incorporé al mundo laboral. Encontrándome en la actualidad en el último lustro de trayectoria profesional, en la etapa de recoger, sintetizar, aportar y sobre todo agradecer, además de seguir dándole al callo.., por aquello ello de que “más sabe (o pretende saber) el diablo por viejo, que por diablo….”
Durante este tiempo, y bajo una perspectiva profesional, he tenido la oportunidad y el privilegio de poder trabajar en diferentes ámbitos y dimensiones de la enfermería, como la clínica, la planificación sanitaria desde la administración, la gestión de equipos de enfermería y de servicios de salud, la atención primaria, la atención especializada, la industria, la Universidad y el mundo del emprendimiento. ¡La verdad un gran privilegio!.
Además, he visto crecer y creo he intentado aportar mi granito de arena al crecimiento de mis cuatro grandes pasiones, la enfermería, la atención primaria de salud, un Sistema de Salud público de acceso universal y no por citar en último lugar, menos importante, el cuidado de las personas con o en riesgo de padecer heridas.
Esta dilatada carrera profesional, mérito más por mi edad, que no de por otros motivos me ha permitido conocer y tratar con una ingente cantidad de personas de diferentes condiciones, como pacientes, cuidadores, colegas de la enfermería , otros profesionales de la salud, gestores sanitarios , profesionales de la industria y un largo etcétera…
Y créanme, muchas, muchísimas de estas personas, han dejado mella en un servidor.
Hecha esta somera introducción, y a tenor de la evidencia empírica generada gracias al contacto y la interacción con esta gran cantidad de personas con quienes he tenido en la mayoría de ocasiones, el gusto, placer y honor de trabajar, permítanme que plasme por escrito, e intente convertir si no en evidencia de alta robustez, si en testimonio escrito accesible a quien buenamente quiera, su contribución a la ciencia y sobre todo al arte del cuidado de las personas con heridas, haciendo hincapié en una dimensión poco estudiada de manera explícita, el efecto de cuidar con el alma , en el caso que nos ocupa a pacientes con o en riesgo de padecer agresiones a su integridad cutánea
Un servidor no habla el inglés como lengua materna, con los inconvenientes que ello tiene en el mundo de la ciencia actual y tampoco va a cambiar sus apellidos por Tower Beef, ni a renunciar a comunicarse en una de sus lenguas habituales en pos de méritos y fama, ya que a estas alturas, felizmente ya no está sometido a la dictadura de los factores de impacto en revistas internacionales reservadas a otro tipo de dioses, con lo que duda que sus hallazgos transciendan más allá de sus lares habituales, pero al menos quiere dejar constancia por escrito de sus hallazgos y de la línea de investigación que está desarrollando al efecto, y sobre todo que estos sean útiles y generen debate y reflexión entre los miles de personas, que cuidan, podrían cuidar, o van a cuidar a personas con heridas, y si no son útiles, que arranquen alguna sonrisa…. y que al menos se beneficie directamente su comunidad científico-profesional más inmediata y cercana, lo que en sí ya es un gran reto y aspiración….
Por cierto, si alguien quiere profundizar acerca de mi opinión sobre los factores de impacto, los cuartiles y todas estas mandangas artificiosas y artificiales puede hacerlo mirando este editorial en el que en su día opiné al respecto.
En los últimos 30 años se ha avanzado mucho en cuanto a la fisiopatología del proceso de cicatrización y de ellos se han beneficiado muchos pacientes, pero me gustaría compartir con ustedes prometedores hallazgos e incipientes evidencias acerca de nuevos elementos implicados en dicho proceso, los cuales he podido comprobar de manera empírica en el abordaje de una realidad, que en la vida real presenta una enorme, y me atrevería a decir que caótica, variabilidad, es quizás por ello que la hace tan atractiva.
Un requisito fundamental para entender estos hallazgos y poder profundizar en ellos, es tener la mente abierta para cambiar del paradigma de sólo curar heridas, a uno más amplio e integral como es el cuidar a personas no solo con heridas, si no que también en riesgo de presentar alteraciones en su integridad cutánea. Entendiendo como curar acciones orientadas tanto a la prevención como el tratamiento.
Algunos a estas alturas algunos muchos dirán, ¡Torra concreta!
Pues concreto, ¡quiero compartir con ustedes un hallazgo muy importante!, qué contamos con evidencias sólidas que a las células y substancias implicadas de manera tradicional en el proceso de cicatrización (Fibroblastos, queratinocitos, plaquetas, monocitos, etc..) hay que añadirles un nuevo elemento, el almocito, muy difícil de ver a simple vista o con el microscopio, pero que deja importantes huellas de su actuación y que si no lo tenemos en cuenta, no podemos entender un proceso tan complejo como es el mantenimiento y la restauración de la integridad cutánea
Los almocitos juegan un papel clave tanto en el proceso de cicatrización, como en las fases previas y posteriores al mismo en el mantenimiento de la integridad cutánea. A la par que indispensables para dicho proceso, los almocitos son unos elementos muy lábiles a todo tipo de agresiones y su ausencia o escasez puede impedir o retrasar tanto el proceso de cicatrización como el mantenimiento de la integridad cutánea.
Como primicia les adjunto la primera imagen que se ha conseguido de un almocito gracias a un almoscopio de barrido de alta resolución y tinción HGC (humor gaditano catalán), fruto de un proyecto de investigación con el afamado investigador de Cádiz Manolo Rodriguez Palma.
Los almocitos se producen principalmente por la compleja interacción de las personas con o en riesgo de deterioro de la integridad cutánea y sus entornos informales de cuidados con los profesionales que les proporcionan cuidados para conseguir o restaurar dicha integridad. Esta interacción presenta una gran variabilidad en la práctica de la vida real, pero presenta algunos elementos comunes que vamos a intentar describir y analizar a continuación.
Los almocitos formarían parte de un grupo de elementos aún en estudio, las almoquinas , que se cree que juegan un papel imprescindible en la promoción y mantenimiento de la integridad cutánea.
Cuando se produce una herida, o la integridad cutánea está amenazada, el organismo identifica estas amenazas y secreta una citoquina, el llamado factor de crecimiento derivado del alma (FCDA), el cual juega un papel fundamental en el mantenimiento y la restauración de la integridad cutánea. Sin la acción de este factor de crecimiento podemos afirmar que la cicatrización o el mantenimiento de la integridad cutánea son muy difíciles de conseguir
Para que puedan estar presentes y actuar, los almocitos requieren de una intervención decidida de los cuidadores, la cual a su vez va a potenciar y proteger su efecto con complejos mecanismos de interactuación. Cuando su cantidad es escasa, nos encontramos ante un importante problema que se denomina almopenia, la cual si se mantiene en el tiempo, puede producir un fenómeno llamado almanescencia celular, el cual va a impedir y en algunos casos imposibilitar, tanto la cicatrización como el mantenimiento de la integridad cutánea, ya que esta última dificulta y puede llegar a impedir la acción de los almocitos, fibroblastos, queratinocitos y factores de crecimiento.
Por otra parte, la almanescencia propicia la aparición de unos agentes de elevada patogenidad, los almococos (Almococcus furribundus), cuyo crecimiento descontrolado va a provocar a su vez una reacción antígeno anticuerpo al identificar el organismo un elemento extraño, y si esta reacción se prolonga en el tiempo, nos va a producir una circunstancia que también dificulta en sobremanera y en muchos casos llega a impedir, tanto la cicatrización como el mantenimiento de la integridad cutánea, el temible estrés alma oxidativo (EAO), amén de la aparición de cepas de almococos sp. resistentes, los Almococcus per saquensis tambien llamados (ALPELSAQ), unos especímenes muy virulentos, dañinos y difíciles de eliminar con gran capacidad de contagio y de generar resistencias
Los ALPELSAQ además cuentan con otro elemento de resistencia, una peculiar y trementadamente compleja estructura llamada biopelícula alpolsaquil, dentro de la cual, y gracias a una capa de mucopolisacaridos de alta insensibilidad, se protegen entre sin e intentan hacen resistentes a la acción de los almocitos mediante un sistema de comunicación entre ellos llamado sinsense ni decorum.
Si en el caso de lo que conocíamos hasta ahora, los fibroblastos, queratinocitos, plaquetas, monocitos.. jugaban un rol muy importante y centrado en el organismo del sujeto de cuidados, en el caso de los almocitos nos encontramos ante un elemento en el que la interacción cuidador/cuidado actúa como potenciador y multiplicador de su efecto.
El cuerpo humano, desde el nacimiento por herencia materna, y durante toda la vida cuenta con defensas contra los almococos, son las gamma globulinas contra almococos (GAGLOACS), éstas, por mecanismos que aún están en estudio, pero que parece ser que tienen que ver con la mirada, los gestos, la empatia, la predisposición y el bienhacer de los cuidadores pueden ver potenciado su efecto, y de esta manera proteger al organismo de las amenazas a la integridad cutánea, y en su caso, restaurarla. En estos casos, el binomio cuidador-persona que recibe cuidados es fundamental.
En la práctica del mundo real, a diferencia de la evidencia procedentes de condiciones de laboratorio, existen toda una una serie de factores intrínsecos y extrínsecos que pueden afectar el efecto de los almocitos y las GAGLOACS, los cuales se describen en la tabla 1.
Tabla 1. Factores en los profesionales e instituciones de salud que pueden afectar al desarrollo/crecimiento, acción y supervivencia de los almocitos.
Teniendo en cuenta estos descubrimientos se propone la adaptación del acrónimo TIME a ASTIME, añadiendo en su estructura todos los elementos relacionados con el rol de los almocitos en los procesos antes mencionados, es por ello que propongo un acrónimo modificado que se describe en la tabla 2.
Tabla 2. Acrónimo ASTIME.
Seria impensable y no es realista exigir que todos los profesionales que se dediquen al cuidado de personas con o en riesgo de padecer heridas, actúen aplicando el alma. Ahora bien, para buscar un símil, curar sin tener en cuenta el alma vendría a ser lo que es la cura tradicional, frente a un nuevo concepto que al igual que la cura en ambiente húmedo (CAH) ha revolucionado el cuidado de las personas con heridas, y que teniendo en cuenta lo propuesto anteriormente, podríamos definir como la cura basada en el alma (CUBASALM).
A la CUBASALM no se llega automáticamente, ni solo se aprende en los libros y en los artículos, el proceso gradual de integración de la misma empieza con docentes sensibles y con experiencia en el tema, cuyas enseñanzas se ven potenciadas con el ejemplo de profesionales que integran la CUBSALM en su práctica, en lo que vendría a ser, una cultura de los cuidados con alma (CUCUALM).
A estas alturas se hace inexcusable hablar de la evidencia, y en lo que hace referencia a la justificación con evidencia de los hallazgos antes descritos, me remito a un diseño de investigación peculiar, a una compilación de una serie de casos correspondientes a profesionales de diferentes disciplinas y ámbitos de actuación que se han caracterizado por su contribución al cuidado con alma de personas con o en riesgo de alteración de la integridad cutánea.
La gran variabilidad del fenómeno a investigar impide de momento trabajar con diseños experimentales tipo ensayo clínico, que además no serían éticos, ya que ¡¡a ver quién asigna a una persona al grupo cuidado sin alma¡¡, lo que nos obligan a generar evidencia en base a casos clínicos en detrimento de diseños experimentales.
Esta evidencia seguramente no será tenida en cuenta en revisiones sistemáticas sobre la cicatrización y el cuidado de heridas y de la integridad cutánea, dada la supuesta “escasa calidad” o falta de robustez metodológica de los casos clínicos, pero un servidor les puede garantizar que detrás de los casos clínicos que vamos a recopilar y compartir bajo el epígrafe, “Heridólog@s con alma”, se encuentran los testimonios de personas de una gran talla humana, de las que las generaciones presentes y futuras pueden aprender mucho, y este es el objetivo de esta serie de casos, que puedan aprender y aprovechar de sus experiencias, vivencias e inquietudes.
¡Les aseguro que vale la pena¡ y seguro que Archie Cochrane, aún y las limitaciones de dicha evidencia, de bien seguro que la habría tenido en cuenta y contaría, de alguna manera u otra con ella.
La selección de estos casos es totalmente aleatoria y en cierta manera caótica, incluyendo de manera intencionada profesionales conocidos y no tan conocidos, personas en activo y personas jubiladas, personas famosas y personas no tan famosas, pero todas ellas tienen cuatro características principales:
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Ser grandes personas y mejores profesionales en su ámbito.
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Haber puesto su alma directa o indirectamente en el cuidado de personas con heridas.
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Haberse cruzado alguna vez en mi camino.
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Y ser generosas compartiendo su vivencia en el cuidado con alma de personas con heridas.
Si quieren consultar la metodología empleada pueden hacerlo clicando en el apartado de personas, almas y método.
En cuanto a las limitaciones de este proyecto, una de muy importante, ¡¡el espacio y el tiempo¡¡. ¡¡Es materialmente imposible poder conocer y contar con todas y cada uno de los miles y miles de profesionales de la salud que aplican la CUBASALM¡¡. Por lo tanto, las personas elegidas, forman parte de este amplísimo colectivo, pero a su vez, el hecho de no haber escogido a una persona no quiere decir que no forme parte del este colectivo, ¡ni mucho menos¡. De todas maneras, creo que la muestra de personas que se han prestado a colaborar puede ser representativa de este peculiar universo que conforman las personas apasionadas con curar dela mejor manera posible a personas con o en riesgo de padecer heridas.
Para este estudio solo tenemos un hito en el cronograma, empezar a mostrarles los casos a partir de la Semana Santa del año 2023, ¿cuando acabará la compilación?, nadie lo sabe…
¡¡Por favor, a partir de entonces, ¡sean ustedes bienvenid@s¡ a la compilación de casos clínicos de Heridolog@s con Alma, es decir, de profesionales que cuidan, han cuidado, o han ayudado a que otros cuiden con alma a las personas con heridas
Y aprendan y disfruten de ellas, y sobre todo quédense con sus enseñanzas y lo mejor de ellas.
En la sección Heridolog@s con Alma del Blog Piel Segura encontrarán sus testimonios y podrán aprender y difrutar de ell@s, además de la lista de Spotify “Heridolog@s con Alma Sounds” con sus melodías preferidas.
Si ustedes tienen confianza con alguna persona catalana, pregúntenle que quiere decir “ somnia truites” (sueña tortillas), adjetivo por otra parte que me define en gran manera, además de que me salen muy bien……. Y que les podrá servir de explicación a esta “pequeña locura” que me atrevo a compartir con ustedes.
Y pido disculpas de antemano por si alguien se ha podido sentir ofendido por mi osadia o desfachatez por esta, mi última locura … , ¡ No era esta mi intención!!
Mis agradecimientos a Gerard, Jaume, Mayte, Sandra, Lourdes, Marisol, Laura, Manolo, Luís , Mark, Àlex, sir Rowan Atkinson y Elena por sus comentarios, sugerencias y aportaciones a este peculiar proyecto…
También a todos aquellos que participan en él por compartir parte de su vida, de su pensamiento y de sus emociones… y por supuesto a tod@s ustedes por haber llegado hasta aquí…..
Dr. Joan Enric Torra i Bou.
Orgullosamente enfermero, heridolog@, “Somnia truites” y que está convencido que en el mundo, aunque algunos se empeñan en demostrar lo contrario, aún quedan personas buenas, algunas de ellas ¡¡muy buenas!!.
Y que cuidar a personas con heridas, es un reto, un gran reto, que muchas veces saca lo mejor de cada persona…
¡¡Les animo a que expresen sus comentarios/sugerencias acerca de este proyecto¡¡
REALMENTE MARAVILLOSO TU ARTICULO Y ME IDENTIFICO TOTALMENTE CON LO QUE DECIS. DE HECHO CADA VEZ VEO MAS LA FALTA DE EMPATIA DE LOS NUEVOS PROFESIONALES DE LA SALUD DONDE NI SIQUIERA LE MIRAN LA CARA AL PACIENTE CUANDO LO ATIENDEN, MENOS CUANDO LO CURAN, VEN LA HERIDA, VA BIEN , VA MAL, CAMBIAN INDICACION Y SEGUIMOS. NO SE TOMAN EL TIEMPO DE INDAGAR QUE LE ESTA PASANDO A ESA PERSONA QUE PUEDE ESTAR AFECTANDO SU PROCESO DE CICATRIZACION. HABITUALMENTE MIENTRAS REALIZO LA CURA DE ALGUN PACIENTE TRATO DE INDAGAR COMO SE SIENTE, QUE LE PASO, ETC Y SIEMPRE LES VOY EXPLICANDO QUE LE ESTOY HACIENDO Y PORQUE ,ESO LES BAJA MUCHISIMO LA ANSIEDAD Y NOS PERMITE REALIZAR UNA MEJOR LABOR COMO ENFERMEROS Y UNA MEJOR ADHESION AL TRATAMIENTO POR PARTE DEL USUARIO. LA VERDAD MIS FELICITACIONES!!!!!!!!!!! LIcenciada en Enfermeria Alejandra Craigdallie Montevideo Uruguay
¡¡Muchas gracias Alejandra ¡¡
¡¡ Totalmente de acuerdo ¡¡
Joan-Enric
Hola! Soy Kattyuska Valero Leal, Medico internista, con entrenamiento en Cuidados de úlceras crónicas en especial, en Pie diabético, desde hace aprox 18 años, trabajo en el área, estoy en la parte pública y privada en Venezuela, haciendo lo posible, en un pais donde solo el 6% de sus ingresos netos llegan al sector salud. Estoy a la orden siempre y espero poder conocerlos alguna vez.
¡¡Muchas gracias Katiuska¡¡
¡¡Aquí nos tienes¡¡
¡¡A vuestra disposición¡¡
¡¡La prevención siempre es la mejor inversión¡¡
Joan enric