Las instituciones de salud constituyen, por las características de la población que atienden, un importante riesgo de infección ya que atienden a una gran cantidad de personas con problemas infecciosos. Es por ello qué en las mismas hay un gran riesgo de infección por gérmenes, que con mayor frecuencia son multirresistentes y que tienen una gran capacidad de producir serias infecciones en las personas que están dentro de estas instituciones de salud.
Las infecciones adquiridas en las instituciones de salud son uno de los eventos adversos (EA) más importantes en Seguridad del Paciente (SP) recibiendo este EA el nombre de infecciones asociadas a los cuidados de salud (IACS).
Las IACS representan un importante reto ya que, si nos referimos a las primeras víctimas, los pacientes
- Pueden deteriorar la salud de quienes las sufren y pueden causar su muerte.
- Su tratamiento es costoso (aislamientos, alargamiento de estancias, tratamientos y pruebas complementarias..)
- Requieren de antibióticos con capacidad de generar resistencias y deteriorar la salud de quienes los reciben que a su vez reducen o eliminan estrategias para tratar las infecciones en el futuro.
Con demasiada frecuencia, cuando hablamos de IAS nos olvidamos de las segundas víctimas, en este caso profesionales de la salud o los entornos familiares de los pacientes, los cuales también pueden ver afectada su salud por estas IACS.
En las instituciones de salud hay una gran cantidad de elementos que pueden producir IACS, y es una estrategia fundamental en la SP controlarlas al máximo para evitar estos EA
A pesar de que apenas hay información epidemiológica al respecto, lo cual no deja de ser una temeridad, de bien seguro que una parte no desdeñable de las IACS tienen una relación directa con los elemento antes descritos.
Sobre esta cuestión le haríamos al lector una pregunta muy concreta
¿Estarías tranquilo y seguro en una cama de hospital?
No sé su respuesta, me la imagino, pero en nuestro caso les podemos decir que NO. Que NO estaríamos nada tranquilos
Y automáticamente nos surgen otras pregunta,
¿Quién nos garantiza que algo tan sencillo como el colchón está totalmente limpio y desinfectado, su funda está intacta, que su espuma no está manchada y que está en perfectas condiciones de uso?
En el caso de una SEMP, además de los requisitos anteriores, también nos plantearíamos la siguiente cuestión:
¿Quién nos asegura que ésta funciona perfectamente para conseguir las prestaciones para las que ha sido diseñada, es decir ayudar a la prevención de LPP?
La prevención de IACS en relación con las superficies de apoyo y las SEMP requiere del cumplimiento de unas medidas básicas que, todo y su especial trascendencia, no siempre se cumplen a rajatabla:
- Limpiar las fundas de acuerdo con un protocolo que asegure su completa desinfección e integridad (de acuerdo con la ficha técnica del fabricante y el protocolo de desinfección del centro)
- Supervisar, asegurar y registrar el cumplimiento de este protocolo
- En cada cambio de paciente Inspeccionar las fundas por el exterior y por el interior para detectar daños visibles y actuar en consecuencia (repararlas o cambiarlas). Inspeccionar también la integridad de las costuras y cremalleras.
- En los colchones de descanso o las SEMP de espuma, inspeccionar la espuma para detectar posibles manchas (la espuma es hidrofílica y absorbe líquidos y fluidos), y en el caso de que esté manchada DESCARTAR el colchón.
- Cuando se trata de SEMP dinámicas inspeccionar la integridad de las celdas y tubos y desinfectarlos de acuerdo con un protocolo que asegure su completa desinfección e integridad (de acuerdo con la ficha técnica del fabricante y el protocolo de desinfección del centro.
- Considerar siempre, en lo que hace referencia a la limpieza y desinfección, al conjunto cama, colchón y en su caso bomba.
- Y siempre asegurar la trazabilidad del procedimiento de verificación, limpieza y desinfección de la cama, del colchón o de la SEMP para poder identificar posibles focos de IACS.
En el caso de las SEMP hay que tener en cuenta también otros elementos añadidos:
- Asegurar su perfecto funcionamiento de acuerdo con las características, indicaciones y ficha técnica del producto.
- Y en el caso de dispositivos eléctricos, inspeccionar en cada uso la integridad de cables y enchufes y asegurar periódicamente la seguridad eléctrica de los sistemas de acuerdo con la ficha técnica del producto y el protocolo de seguridad eléctrica de la institución.
Siguiendo las medidas que se han descrito anteriormente estaremos disminuyendo el riesgo de importantes EA o incidentes como:
- IACS en pacientes.
- Infecciones en profesionales sanitarios y en familiares de los pacientes.
- LPP por malfuncionamiento de SEMP.
- -entes eléctricos y posibles incendios.
Las medidas que hemos comentado cuestan dinero, pero considerarlas e invertir en ellas de bien seguro que va a aumentar la Seguridad de los Pacientes (y de los profesionales) y de bien seguro que va a ahorrar dineros y otros recursos al Sistema de salud.
Joan Enric Torra Bou
Edgar González