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Una vez más, en el tercer jueves de noviembre se celebra a nivel mundial, la Jornada mundial para la prevención de las úlceras por presión, una iniciativa que tuvo su origen el año 2012, hoy hace ya once años,  en la Declaración de Rio de Janeiro de la Sociedad Iberolatinoamericana de Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (SILAHUE), de la cual forma parte el GNEAUPP  y que luego fue  asumida, reconocida y celebrada  a nivel mundial por otras asociaciones como el European Pressure Ulcer Advisory Panel (EPUAP) y el National Pressure Injury Panel (NPIAP) norteamericano.

Once años después, las úlceras por presión continúan siendo un importante reto con múltiples consecuencias en quienes las sufren, y aunque no lo hagan directamente, la evidencia nos demuestra que las úlceras por por presión pueden matar, y en la práctica matan a personas, principalmente por graves complicaciones como los procesos sépticos:

La evidencia también nos demuestra que en gran medida las úlceras por presión son prevenibles, prueba de ello es la ingente evidencia que hay acerca de intervenciones o programas preventivos sobre las mismas, y para muestra un botón, cruzar los términos “pressure ulcers and prevention” en Pub Med nos permite identificar a más de 8.000 registros.

De otra parte, existe consenso de que un muy alto porcentaje de las úlceras por presión son evitables (Black JM, Edsberg LE, Baharestani MM, Langemo D, Goldberg M, McNichol L, Cuddigan J; National Pressure Ulcer Advisory Panel. Pressureulcers: avoidable or unavoidable? Results of the National Pressure Ulcer Advisory Panel Consensus Conference. Ostomy Wound Manage. 2011 Feb;57(2):24-37)  y existe infinidad de evidencia publicada que demuestra que con acciones decididas se pueden reducir las cifras de incidencia de úlceras por presión.

La triste y cruda realidad es que, hoy,  tras once años de Jornadas Mundiales para la Prevención de las Úlceras por Presión, éstas continúan hoy en día siendo un importante reto para todos los Sistemas de Salud del mundo y las campañas de concienciación acerca de las mismas  parece  que no van más allá del reducto de profesionales de la salud sensibles y comprometidos con dicho problema.

El hecho de que las úlceras por presión sean un problema con capacidad potencial y real de matar a una parte de quienes las sufren, debería constituir ya de por si un importante elemento de reflexión y  obligar a de  una vez por todas a tomar cartas en este asunto más allá de los profesionales convencidos en el tema.

 

En nuestro país, al igual que  en los países de nuestro entorno, las autoridades sanitarias suelen posicionarse clara y decididamente ante problemas que pueden matar a ciudadanos, es el caso, y por citar dos ejemplos, del tabaco y del tráfico, problemas ante los que las autoridades no escatiman esfuerzos legislativos, educativos y organizativos, lo que paradójicamente no sucede ante una circunstancia siempre sobrevenida como son las úlceras por presión.

Un elemento a destacar es la gran diferencia entre las úlceras por presión y otras circunstancias que pueden matar como el tabaco o los accidentes de tráfico es que, en las dos últimas, la decisión de fumar o de utilizar un vehículo es voluntaria, mientras que la decisión de recibir cuidados de salud no lo es y estos, muchas veces se proporcionan en entornos a cargo de las administraciones sanitarias.

Está claro que solo con Jornadas de un día al año, brindis al sol, declaraciones grandilocuentes o la implicación de solo los convencidos de la causa, el problema de las úlceras por presión no se va a solucionar jamás, se enquistará en el Sistema de Salud, lo lastrará económicamente, y lo más grave de todo, ciudadanos inocentes continuaran sufriendo y muriendo por un problema de salud, qué de acuerdo con la evidencia, es prevenible en un alto porcentaje de casos.

A estas alturas es totalmente inaceptable e inadmisible  la ignorancia y la  pasividad de las autoridades de salud ante el problema de las úlceras por presión. Prueba de ello, es que un problema como las úlceras por presión no aparece,  ni tiene por tanto definidas políticas, objetivos, metas y acciones específicas,  en ningún Plan de Salud de las 17 comunidades autónomas que hay en España, responsables de la atención a nivel autonómico, ni a nivel estatal en el Ministerio de Salud, lo mismo ocurre en los Planes de Seguridad del Paciente. esta circunstancia se repite también a niveles transnacionales como la Unión Europea.

Empezar a intentar a solucionar este importante problema exige, de una vez por todas, tomar en consideración medidas valientes y decididas por parte de las autoridades sanitarias;  entre estas medidas podríamos destacar:

  • Considerar a las úlceras por presión como un problema de salud prevalente en los Planes regionales de salud y definir medidas específicas para garantizar su prevención y abordaje en las estructuras de atención de salud de los tres niveles asistenciales, atención primaria, atención hospitalaria y atención sociosanitaria.
  • Establecer y monitorizar indicadores de reducción de la incidencia de úlceras por presión dentro de las estrategias para la Seguridad del Paciente para todas las instituciones de salud y sociosanitarias, tanto del sector público, como del sector privado.
  • Dotar con los adecuados recursos humanos, materiales y organizativos a las instituciones públicas de las cuales son directamente responsables,  o las financiadas con recursos públicos, para poder asegurar unos óptimos niveles de prevención de úlceras por presión y otras lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia.
  • Asegurar la adecuada formación de las diferentes disciplinas implicadas en la prevención de las úlceras por presión (en el pregrado, grado, especialidades, postgrados y masters) acerca de la prevención de las úlceras por presión y otras lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia.
  • Exigir la reacreditación periódica de los conocimientos de  los profesionales de la salud  en relación a la prevención de las úlceras por presión y otras lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia, de la misma que se hace, o debería hacer con otros ámbitos como la reanimación cardiopulmonar.
  • Ejercer la capacidad de inspección, tanto para centros gestionados por las mismas administraciones o sus entidades, como para los centros privados, para asegurar una adecuada monitorización y reducción de la incidencia de úlceras por presión y otras lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia.

Siendo como es la atención de salud un derecho humano, es una obligación de los gobiernos y de las administraciones de salud asegurar que las personas a su cargo reciban unos cuidados de  salud de calidad,  en los que eventos adversos como las úlceras por presión o las lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia, no vayan más allá de circunstancias puntuales consideradas como accidentes y no como la norma o situaciones inevitables.

Las medidas que he mencionado implican tomar parte de manera decidida,  tomar decisiones, ejercer la autoridad e invertir los recursos necesarios, una importante inversión con una rentabilidad garantizada, para reducir a la anécdota el hecho de que alguien pueda sufrir o  morir por un problema evitable como una úlcera por presión.

No hacer nada al respecto o ignorar el problema de las úlceras por presión es, permítanme el juego de palabras, escurrir el bulto y mirar hacía otro lado, e incluso me atrevería a decir  en un mundo en el que muchos se llenan la boca de palabras y conceptos bien sonantes como la Práctica de los cuidados de salud basados en la evidencia y la Seguridad del Paciente, a, permítanme la libertad y osadía, hablar de algo así como prevaricación sanitaria, entendiendo y adaptando el concepto de prevaricación,   en base a su definición en la Wiquipedia  como, y permítanme la licencia:

“La prevaricación (también, prevaricato) es un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público (entiéndase responsable sanitario)  dicta (por acción u omisión) una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial (o sanitario) a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley (la lex artis o la evidencia científica).”

y aviso para navegantes, utilizando analogías  jurídicas,

“El desconocimiento de la evidencia o de la lex artis no exime de su cumplimiento”

Que en el caso que nos ocupa, las úlceras por presión y otras lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia, insisto, se puede traducir en sufrimiento, merma de la salud, discapacidad, secuelas, e incluso la muerte.

¡¡Feliz Jornada Mundial de la Prevención de las Úlceras por Presión!!

Ojalá un día solo recordemos a las úlceras por presión como una anécdota  la historia de los cuidados de salud.

¡¡Muchas gracias por su atención¡¡

 

Dr. Joan Enric Torra-Bou

Editor del Blog Piel Segura

Las personas interesadas pueden descargarse y utilizar libremente las imágenes de la contribución del blog Piel Segura a la 11ª Jornada Mundial sobre la Prevención de las Úlceras por Presión en el siguiente enlace.

 

 

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