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En el ámbito de la Seguridad del Paciente, un binomio indisoluble emerge como piedra angular: Cuidados Seguros y Práctica Basada en la Evidencia. Esta interacción entre la práctica clínica y la investigación científica es fundamental para brindar una atención médica de calidad y minimizar los riesgos para los pacientes.

Un interesante artículo publicado en el blog BiblioGETAFE ilustra, con datos contundentes, el impacto y el valor de los servicios bibliotecarios en las instituciones de salud. El acceso a información científica actualizada y confiable permite a los profesionales sanitarios tomar decisiones clínicas informadas y basadas en la evidencia disponible.

En el ámbito de la Seguridad del Paciente, un binomio indisoluble emerge como piedra angular: Cuidados Seguros y Práctica Basada en la Evidencia. Esta interacción entre la práctica clínica y la investigación científica es fundamental para brindar una atención médica de calidad y minimizar los riesgos para los pacientes.

Para algunos colectivos profesionales ir a la biblioteca de su centro forma parte de su día a día y es algo intrínseco a su quehacer profesional. Sin embargo, para otros es una entelequia y la consulta de información se convierte en una actividad relegada a momentos fuera del horario laboral o incluso clandestina. Lo mismo sucede con frecuencia también con las sesiones clínicas y docentes.

Pasar de la Seguridad del Paciente Gestual (*) a una Cultura de la Seguridad implica necesariamente definir marcos de Cuidados Seguros basados en la mejor evidencia posible. Para alcanzar este objetivo, tanto los Sistemas de Salud como las instituciones deben priorizar:

  • Acceso a la información: se ha de implementar estrategias para que todos los profesionales de la salud, independientemente de su especialidad o cargo, tengan acceso a la información científica y médica actualizada.
  • Cultura de aprendizaje continuo: fomentar una cultura que valore la formación y la actualización constante del conocimiento como pilares fundamentales para la mejora de la calidad asistencial.
  • Integración de la biblioteca en el equipo de salud: reconocer a la biblioteca y a los profesionales de la biblioteconomía como actores clave en la provisión de información y recursos para la toma de decisiones clínicas.

Y facilitar el hecho de que “ir o consultar la biblioteca” forme, para todos los profesionales de las instituciones de salud, de  una componente esencial de su quehacer.

 

En el mundo del cuidado de las heridas, el cuidado seguro de las mismas de bien seguro que tiene un enorme impacto, tanto en la prevención de eventos adversos prevenibles (lesiones por presión, dermatitis asociada a la incontinencia, desgarros cutáneos, otras lesiones cutáneas relacionadas con la dependencia, complicaciones en la herida quirúrgica, problemas vasculares en las extremidades inferiores, caídas accidentales…..), como en el tratamiento de los mismos.

Como asiduo usuario de las bibliotecas, quiero agradecer desde estas líneas el  gran e insustituible trabajo de l@s profesionales de la biblioteconomia que trabajan en instituciones de salud en la génesis, difusión, diseminación y consumo de la evidencia científica que nos ayuda a mejorar los cuidados de salud y a definir contextos de Práctica Segura de los Cuidados. 

 

(*):Práctica de la Seguridad del Paciente basada en meros hechos gestuales, palabras grandilocuentes y meras declaraciones de intenciones…

 

Joan Enric Torra i Bou

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