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¡¡Teruel existe, en Teruel también hay personas con heridas, y en Teruel tienen la suerte de tener a grandes profesionales como Silvia Blasco cuidando a las  personas con heridas!!.

 

Hoy os presentamos a Silvia, una gran persona apasionada de la enfermería y de cuidar con pasión y con el alma a personas con heridas. Si algo caracteriza a Silvia es su entusiasmo, su sonrisa permanente, el nunca tener un no en la boca, y ante todo, el tesón y orgullo con el que lleva su consulta en el Hospital de Alcañiz.

Hace mucho años que conozco a Silvia. En su día le prometí a Silvia que cada año haríamos una actividad  docente en Alcañiz y creo que entonces no le fallé… y ahora le debo una.

¡¡Muchas gracias Silvia por participar en Heridolo@s con alma!!   

Háblanos un poco de tí Silvia.

 Soy Silvia Blasco Gil, enfermera del Hospital de Alcañiz, provincia de Teruel (Aragón).

Actualmente soy la enfermera de la consulta de Cirugía y responsable de la consulta de heridas de mi centro, un hospital comarcal que atiende a una población de unas 70 000 personas en la provincia de Teruel, en un bello entorno rural con mucha dispersión geográfica y  con una población muy envejecida.

¿Qué relación tienes con el mundo del cuidado de las personas con heridas?

Dedico una parte muy importante de mi tiempo al cuidado de personas con heridas.

Como responsable de la consulta de heridas atiendo a diario a pacientes con heridas de muy diversas etiologías: agudas, quirúrgicas, de difícil cicatrización, pie diabético. También me gusta mucho la docencia.

¿Cómo entraste en  este mundo del cuidado de las heridas?

Antes de llegar a la consulta de cirugía, estuve en la consulta de Dermatología y allí se produjo el flechazo, fue el inicio de lo que se ha convertido en mi pasión, el CUIDADO de pacientes con heridas.

Y como he comentado antes, del cuidado de  heridas muy variadas en personas muy diferentes, donde a veces es más profunda la herida del alma que la física, y cada paciente es una situación única.

“Nuestro sistema sanitario, en general, está enfocado hacia el tratamiento de la enfermedad cuando realmente lo coste efectivo siempre va a ser la prevención y para ello es necesario educar, formar y acompañar al paciente.”

 

¿Cómo has visto y sentido la evolución del mundo del cuidado de las personas con heridas en tu trayectoria profesional?

Hemos evolucionado mucho, pero también creo que debemos volver a la esencia, colocando el foco en lo que realmente importa que es el paciente y su entorno. Quizá parezca una obviedad, pero no lo es por lo que percibo en mi día a día; porque esto no va de heridas, ni de apósitos, ¡¡Va de algo mucho más profundo y complejo!!

Pero vamos a simplificarlo en un ABC: valoración del paciente y de la herida, tenemos muchas herramientas a nuestra disposición que nos ayudan a llevar a cabo una adecuada evaluación, determinar y tratar la etiología de la lesión y sólo después de esto podemos llegar a plantear una estrategia terapéutica que incluya el tratamiento local de la herida como de otros factores no relacionados con la herida y que pueden influir negativamente en el proceso de cicatrización. Pero no puedo plantear una cura, como el hecho de poner un apósito y solamente viendo una “foto” de una herida.

Por otro lado, hablamos mucho del trabajo en equipo y es imprescindible que el paciente se sienta parte de ese equipo que trabaja por la mejora de su salud. El paciente debe ser consciente de su problema de salud, qué debe hacer para mejorarlo y porqué, y será la manera en que consigamos una mejor adherencia al plan de tratamiento que establezcamos. Porque, por poner un ejemplo, ¿Cuántos pacientes con  insuficiencia venosa crónica que precisan de un vendaje compresivo te dicen que no les aprietes mucho el vendaje, que les molesta?

Si mejoramos la alfabetización en salud, reforzamos la educación en autocuidados y conseguimos implicar al paciente,  y con ello tendremos mejores  resultados  ésta  será una manera efectiva de trabajar también por la prevención

¿Cuál crees que es tu contribución o logro más importante en el mundo del cuidado de las personas con heridas?

La respuesta es fácil, conseguir que un/-a paciente se vaya de la consulta con una sonrisa de agradecimiento, de satisfacción, aun cuando todavía no le hayamos conseguido curar su herida.

¡¡Que conste que las curamos eh!!,  pero cuando ves que has conseguido entablar esa relación de confianza con el paciente y sus familiares, que para mí son fundamentales y sabes que vas por buen camino, al final conseguiremos nuestro objetivo porque todos vamos a remar en la misma dirección.

¿Cuál es la experiencia con un paciente que más te ha impactado o que quieras compartir?

Son muchas las experiencias vividas y hay personas que me acompañarán siempre.

Tuve un paciente al que le pedí hacerse una foto conmigo para una charla, quería terminar con esa imagen mi presentación. Él accedió encantado y yo, bien orgullosa, enseñándola en mi ponencia en el Auditorio de Zaragoza.

Al cabo de un tiempo, el paciente  ingresó en el hospital por un problema respiratorio que se complicó y fui a verlo. Sabiendo que, probablemente, sería la última vez que nos veríamos me dijo: Cuando quieras me vuelves a llevar a tus charlas”.

¿Hay alguna anécdota  en relación al cuidado de personas con heridas que te gustaría contarnos?

Más que anécdota, es algo que me hace una  especial ilusión; es aquel momento mágico que se produce cuando  pacientes a quienes  hemos atendido y curado anteriormente  pasan por la consulta a saludarnos cuando acuden por algún otro motivo al hospital.

¿Cuál crees que es el reto más importante que tenemos hoy en día en el cuidado de las personas con heridas?

Centrarnos en la persona y en su cuidado; esto nos obliga a tener muy presente la prevención. Nuestro sistema sanitario, en general, está enfocado hacia el tratamiento de la enfermedad cuando realmente lo coste efectivo siempre va a ser la prevención y para ello es necesario educar, formar y acompañar al paciente.

¿Cuál es tu asignatura pendiente en relación con el cuidado de personas con heridas?

No sé muy bien cómo, pero conseguir que los pacientes con escasos recursos de mi sector pudieran tener acceso a material de prevención.

¿Cómo ves hoy en día la Seguridad del Paciente relacionada con la integridad cutánea?

Todavía queda mucho camino por recorrer. Es necesario un cambio de paradigma,  un enfoque más amplio y ver más allá de la herida y de centrarse solo en su tratamiento. Para ello es necesaria formación y dotación de recursos y sobre todo, ¡priorizar la prevención

¿Qué le recomendarías a un futuro profesional de tu disciplina que se esté formando en relación con el cuidado de personas con heridas?

Esto mismo, una recomendación, un consejo.., me propusieron que  lo contara en una charla a la que me invitaron hace unos días, y pensé, el consejo no debo darlo yo. Así que les pedí a varias de mis pacientes que fueran ellas las que nos dieran un consejo a todas las enfermeras que tratábamos pacientes con heridas. No fue nada premeditado, no les dije lo que tenían que decir y todas terminaron diciendo lo mismo, que se las escuchara y tratara con cariño. Ante eso, yo poco más puedo añadir.

¿Te gustaría explicarnos algo más de tu vivencia con el cuidado de personas con heridas  o sencillamente algo más que quieras compartir?

Me gustaría terminar con una frase del pedagogo Paulo Freire y que me encanta: “Todos sabemos algo, todos ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre”.

Y el día que deje de aprender sé que será el momento de dejarlo.

¿Qué piensas acerca del proyecto “Curando con el alma a personas con heridas”?

¡¡Me encanta!! Van a salir cosas muy bonitas de este proyecto…volver a la esencia del cuidado, transmitir pasión y entusiasmo por esta área del cuidado de personas tan bonita. También me ha servido para en cierta manera parar, y poner un poco de orden en mis ideas, el trajín del día a día hace que a veces no reflexionemos todo aquello que merece ser reflexionado…

¿Cómo y cuándo conociste a Joan Enric?

De eso hace ya unos cuantos años, aunque parece que fue ayer. Nos presentó un amigo en común y eso fue otro “flechazo”. Joan Enric ha sido, y sigue siendo, un referente para mí, y a pesar de la distancia y de vernos de ciento a viento, en todos y cada uno de nuestros encuentros por breves que hayan sido siempre  termino con una agradable  sensación, ¿sabes? Como un, “vamos Silvia que lo estás haciendo bien”, un refuerzo, un impulso… Es por lo que cuando recibí su mail para que participara en este proyecto, sin ninguna duda, la privilegiada fui yo.

Y como que no solo de y para las heridas vive Silvia, cuéntanos algo que muy pocos sepan de tus otras vidas aparte de cuidar a pacientes con heridas.

Soy una apasionada de la música, me encanta trabajar con música de fondo. Y ¿Qué género?, pues cada uno tiene su momento…según como me sienta o lo que esté haciendo… por eso me ha costado mucho elegir una sola canción, heavy, jazz, soul, indie, pop-rock e incluso ópera…escuchar a Pavarotti cantando “Nessun dorma”, aria del acto final de la ópera Turandot de Puccini o a María Callas en “Madame Butterfly” pone la piel de gallina. Y bailar, ¡¡me encanta bailar!!!

Recomiéndanos una canción/música.     

The promise. Tracy Chapman

Recomiéndanos un libro.

“Hijos del ancho mundo”  de Abraham Verghese. Al principio me costó engancharme a la trama por su lentitud, pero después ¡te atrapa¡,   una historia tierna, dulce e incluso cruel en algunos momentos. Con una magnífica descripción de los personajes y de la ambientación. Además el autor es médico e incluye detalles médicos muy interesantes.

Recomiéndanos un lugar especial.

No es el lugar, si no con quien lo compartes lo que lo hace especial. Y el último, ha sido mi sofá, flanqueada por mis hijos, uno a cada lado, viendo una película… así que ¡disfrutando y aprovechando que todavía quieran ver una película conmigo!

 

De nuevo, ¡¡Muchas gracias Silvia¡¡

Joan Enric Torra Bou

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